Mantener constantemente bajo control tus emociones y no permitirte llorar es extremadamente dañino.
Sin embargo, llorar todos los días durante mucho tiempo no puede causar menos daño a la salud.
Los ataques frecuentes de llanto están plagados de aumento de la respiración y el pulso, aumento de la presión arterial, dolores de cabeza y tics en los ojos y las cejas.
También puede producirse dolor de espalda: mientras se llora, aumenta la carga sobre la columna cervical.
Además, si no repone rápidamente líquidos y electrolitos, puede deshidratarse y sufrir deficiencia de sodio.
Incluso es posible desmayarse: así reacciona el cerebro ante un estrés excesivo. Si no le das un descanso, se apagará.
Anteriormente te contamos cuántas horas al día puedes utilizar los gadgets sin perjudicar tu salud.