La mayoría de las mujeres prestan especial atención al cuidado de su cabello. ¿Qué pasa con los peines? También requieren un trato especial.
No limpiar los cepillos puede provocar graves problemas capilares. Por eso, conviene recordar algunos consejos para limpiar el peine.
Antes de sumergirte en el proceso de limpieza de tus pinceles, es importante entender por qué es tan importante.
Un cepillo obstruido con pelos, polvo y residuos de productos no sólo pierde su funcionalidad, sino que también puede convertirse en una fuente de bacterias que pueden dañar tu cabello y cuero cabelludo.
Muchas personas simplemente se cuidan el cabello y utilizan diversos productos antibacterianos, pero esto no es suficiente. Las instrucciones paso a paso son las siguientes:
El primer paso es retirar el pelo del peine.
Esto se puede hacer usando el mango de un peine, el extremo dentado o un cepillo de limpieza especial.
Luego enjuague el peine en agua tibia con un champú o detergente suave. Esto ayudará a ablandar y eliminar los restos de comida y suciedad.
Para una limpieza más profunda, puedes utilizar un cepillo de dientes suave o una toallita para limpiar a fondo tus dientes y eliminar la suciedad rebelde.
Después de la limpieza, enjuague bien el peine con agua limpia y déjelo secar al aire.
Es importante evitar el uso de aire caliente o secadoras para evitar deformaciones del material.
Incluso después de todas estas manipulaciones, pueden quedar gérmenes y bacterias en la superficie.
Se pueden eliminar con alcohol o productos que contengan alcohol. La higiene del cepillo es clave y definitivamente no debe ignorarse.
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