Un teléfono inteligente y el sueño no siempre son compatibles, ya que el dispositivo ejerce presión psicológica sobre el cuerpo y los procesos de pensamiento.
Una gran cantidad de información recibida del contenido puede provocar problemas de sueño, ya que el cerebro simplemente se cansa.
Por eso, antes de acostarse, es mejor dejar el teléfono y al menos cambiar de ocupación.
Incluso el hábito de simplemente revisar los mensajes antes de acostarse no es una buena idea, ya que puede enviarse información que provocará una avalancha de pensamientos innecesarios. Veamos por qué es mejor prescindir del teléfono antes de acostarse.
A continuación se ofrecen algunos consejos.
Anteriormente escribimos sobre por qué no puedes guardar tu teléfono inteligente en un estante abierto.