El hecho de que una persona se convierta en un hígado largo depende tanto de la genética como del estilo de vida.
Hablamos de tres señales que indican que una persona vivirá hasta los 100 años.
En primer lugar, mucho depende de si en la familia había hígados largos.
Si uno de tus padres o abuelos vivió hasta los cien años, las posibilidades de vivir hasta una edad similar son bastante altas.
En segundo lugar, las posibilidades de longevidad aumentan por la ausencia de antecedentes familiares de diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares.
En tercer lugar, juega un papel importante el estilo de vida, la ausencia de malos hábitos y la presencia de hábitos útiles.
Estos incluyen, en particular, comer grandes cantidades de verduras y frutas.