Existe el mito de que no se debe agregar azúcar al té y al café, de lo contrario provocará problemas de salud graves y, en casos extremos, la muerte prematura.
Los expertos holandeses han demostrado que no es así.
Se analizaron datos de un seguimiento de 32 años de varios miles de pacientes con diferentes hábitos.
Como resultado, se supo que agregar azúcar dentro de límites razonables no representa ningún peligro.
Pero, como señalaron los científicos, el producto adicional no hará daño si se administra en cantidades limitadas.
El límite permitido es de hasta 5 gramos.
Si se aumenta la cantidad de componente a granel, existe riesgo de problemas.
Recordaron que los refrescos, amados por muchos, contienen alrededor de 25 gramos de azúcar, lo que tiene un impacto extremadamente negativo en el estado del cuerpo.
Los hallazgos de los autores fueron publicados en PLOS One .