A muchas personas les gusta darse un capricho con una taza de té aromático con miel y notan que en esta variación la bebida resulta perfecta.
Sin embargo, existe la opinión de que este hábito es perjudicial.
Hubo un tiempo en que existía la creencia generalizada de que el agua caliente convertía la miel en una sustancia tóxica peligrosa.
De hecho, la miel agregada a una taza de té caliente no se convierte en una toxina peligrosa. La sustancia que empieza a producir el producto también está presente en otros edulcorantes.
Sin embargo, no hay evidencia suficiente que sugiera que sea perjudicial para la salud.
Por lo tanto, los expertos señalan que es seguro beber té caliente con miel. Sin embargo, es importante comprender que debido a dicho tratamiento térmico, la composición química de la miel se empobrece notablemente.
El contacto con líquido caliente no tiene el mejor efecto sobre el complejo de vitaminas y minerales de la miel.
Por lo tanto, vale la pena introducir miel en el té en un momento en que el agua se haya enfriado un poco.