Bebe leche y muévete: un hombre de 109 años que no siente dolores compartió el secreto de la longevidad

25.04.2023 19:57

El hombre, que está a sólo un año de alcanzar el estatus de supercentenario, disfruta de la vida y no se queja de su salud.

A sus 109 años, Vincent Dransfield vive en su propia casa, realiza las tareas del hogar de forma independiente, conduce un coche y va a tiendas y cafeterías.

El anciano no necesita ayuda externa y no se queja de su salud, escribe Today . La nieta de Dransfield, Erica, tiene 48 años pero se queja de dolor de espalda.

“Él no siente el dolor diario que yo siento”, dice un familiar de un centenario.

Vincent nació el 28 de marzo de 1914, pocos meses antes de la Primera Guerra Mundial. El estadounidense tiene un hijo, tres nietos y siete bisnietos. Dransfield quedó viudo en 1992.

Foto: captura de pantalla

El centenario destacó varias reglas que le ayudaron no sólo a cruzar la marca de los cien años, sino también a acercarse a un nuevo título: el de supercentenario. Este estatus se otorga a las personas que han vivido al menos 110 años.

Dransfield aconseja hacer lo que amas. Por ejemplo, ha sido miembro del cuerpo de bomberos voluntarios durante más de 80 años y fue brevemente su jefe.

Vincent cree que la leche tiene un efecto positivo en su salud. A la edad de 15 años, para ayudar a su familia a sobrevivir a la Gran Depresión, el chico consiguió un trabajo en una granja lechera. En el trabajo, Dransfield bebía tanta leche como quería.

“A menudo pienso en retrospectiva y pienso que me dio un buen comienzo en la vida y para los huesos de mi cuerpo”, dice Dransfield.

Otro secreto para la longevidad es la actividad física. Sin embargo, el estadounidense enfatizó que nunca cargó pesas ni hizo ejercicio en el gimnasio. Pero a partir de los 21 años, cuando se unió al departamento de bomberos, se mudó mucho.

El centenario no sigue ninguna dieta especial. Vincent es un fanático de la cocina italiana, le encantan las hamburguesas, las ensaladas, el chocolate con leche y bebe una taza de café todos los días y, a veces, un vaso de cerveza.

Otro secreto de Dransfield es el optimismo. Como comentan quienes lo rodean, el pensionista nunca frunce el ceño y siempre está de muy buen humor.

Autor: Dmitri Bobrovich editor de recursos de internet