El nevo de Setton, también conocido como halo-nevo (del griego halo - círculo), es un tipo especial de lunar que se caracteriza por la aparición de decoloración (despigmentación) de la piel alrededor de la lesión.
Este tipo de nevo ocurre con mayor frecuencia en niños, adolescentes y personas menores de 30 años. Puede localizarse en la piel del tronco y las extremidades superiores, y con menos frecuencia en la cara o el cuero cabelludo. Nevus puede ser único o múltiple.
La oncóloga de categoría 1 del Centro Médico HappyDerm, Lyudmila Artyushkevich, señala que las principales razones de la formación de un halo-nevo son los trastornos del sistema inmunológico.
Las células del sistema inmunológico atacan a los melanocitos, que contienen el pigmento melanina, lo que provoca la decoloración de la piel y la formación de manchas de Setton.
El bronceado excesivo y los cambios hormonales (durante la adolescencia) pueden predisponer a la aparición de este nevo.
El síntoma principal y distintivo del nevo de Setton es su desarrollo por etapas, que pasa por cuatro etapas que duran varios meses o incluso años.
Para un diagnóstico más preciso del nevo de Setton, la dermatoscopia se realiza una vez o periódicamente. El cuadro clínico típico y el estadio de desarrollo permiten en muchos casos al especialista realizar un diagnóstico sin dificultad. Sin embargo, algunas variantes del melanoma pueden ser similares al nevo de Setton.
El nevo de Setton se considera una formación benigna, pero en algunos casos requiere un diagnóstico diferencial con el melanoma.
Si el diagnóstico exacto del nevo de Setton está fuera de toda duda, no se requiere tratamiento. Sin embargo, se recomienda a los pacientes que consulten a su médico con regularidad para controlar el crecimiento.
El nevo de Setton suele desaparecer por sí solo en un plazo de 2 a 4 años. Sin embargo, si es necesario, el tratamiento se puede realizar mediante la escisión quirúrgica del nevo junto con el borde despigmentado, seguido de un examen histológico de la formación.
Se recomienda a los pacientes con nevo de Setton que sigan varias pautas.
En primer lugar, es necesario ponerse en contacto con un oncólogo para obtener asesoramiento y establecer un plan de seguimiento dinámico de la formación.
Además, los pacientes deben evitar el aumento de la radiación ultravioleta, tanto natural como artificial (en un solárium). Se recomienda utilizar protección solar con SPF 50 y evitar lesiones accidentales en el nevo.