Generalmente se acepta que el café combina perfectamente con la leche y la nata.
Muchos amantes del café ni siquiera pueden imaginar una bebida tonificante sin ninguno de estos aditivos.
Y esto es comprensible: desde el punto de vista del sabor, la combinación de café y leche es realmente elegante.
¿Y en términos de beneficios? Desgraciadamente, aquí las cosas son más complicadas.
Hay varias razones para no añadir leche o nata al café.
Al utilizar un aditivo lácteo para el café, aumenta el contenido calórico de la bebida.
El indicador aumenta en 50-70 kcal.
Quizás no sea tanto. Pero para las personas que pierden peso, esta diferencia puede ser grave.
También vale la pena recordar que el café negro acelera bastante bien el metabolismo.
El aditivo blanco priva al café de muchas de sus propiedades beneficiosas.
Si deja de agregar leche a una bebida tonificante, esta última reducirá el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, enfermedades hepáticas y cáncer.
El café ayuda a aliviar la somnolencia.
Desafortunadamente, la leche puede privar parcialmente a la bebida de esta propiedad.
¿Quieres que el café te dé energía?
¡Entonces deja de usar el suplemento lácteo! Gracias a ello, la bebida dejará de ser una “fuente” de actividad para usted.
La leche y la nata contienen proteínas especiales y el café contiene taninos. Estas conexiones no son “amistosas”.
El consumo frecuente de una combinación de café y leche conlleva un aumento grave de la carga en el tracto gastrointestinal.