Después del inicio de la estación fría, todo conductor debe cambiar su forma de repostar su vehículo.
Es recomendable visitar las gasolineras con más frecuencia en invierno que en otoño, primavera y verano.
El caso es que a bajas temperaturas le pasa algo al depósito de gasolina.
Entonces, las válvulas en realidad no funcionan, por lo que no aparece un exceso de presión.
En tal situación, dejar el depósito casi vacío es muy peligroso.
Si hay poco combustible en el tanque durante la estación fría, el contenedor comienza a llenarse de gases.
La presión aumenta y esto afecta negativamente a la unidad de potencia y a la bomba del vehículo.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, en condiciones de heladas el conductor debe intentar mantener lleno el tanque de gasolina de su automóvil.
Si se cumple esta condición, habrá menos gases en el tanque. La presión no será demasiado alta.
Se evita otra consecuencia negativa: la formación de condensación peligrosa en el recipiente.