Mientras conduce un automóvil, una persona debe estar lo más atenta y concentrada posible en la situación de la carretera.
Cualquier distracción aumenta el riesgo de que el conductor se distraiga y sufra un accidente.
Para protegerse a sí mismo, a los pasajeros, a los peatones y a las personas en otros vehículos, el automovilista debe olvidarse de la conducción "distraída".
No se puede ingerir alimentos mientras se conduce. Lo mismo ocurre con dejarse llevar demasiado en una conversación con un pasajero.
Las mujeres no pueden usar maquillaje mientras conducen.
Los conductores novatos no deben salir a la carretera con compañeros de viaje demasiado parlanchines, así como con niños y animales.
Y hay una distracción más, que quizá sea la más peligrosa.
En tal situación, no se puede utilizar un teléfono inteligente.
Hasta que no completes el viaje, no contestes llamadas, no revises mensajes, no busques información en Internet. Y no toques tu teléfono móvil en absoluto mientras conduces.
Por cierto, la recomendación está dirigida no sólo a los principiantes, sino también a los conductores experimentados: no cuente con su amplia experiencia. Sepa: una experiencia de conducción considerable no le ha hecho tan diestro como para controlar la situación del tráfico y utilizar un teléfono móvil al mismo tiempo.
Tenga en cuenta el siguiente hecho: el uso de un teléfono inteligente mientras se conduce ralentiza el tiempo de reacción del conductor. El indicador disminuye al menos un 20 por ciento: la velocidad de reacción de un joven se vuelve la misma que la de un anciano. ¿Por qué correr tal riesgo?