Los científicos han llegado a la conclusión de que la vida familiar protege contra problemas graves. Los propios solteros ni siquiera sospechan que se exponen deliberadamente al riesgo de depresión.
Las personas casadas casi no temen este problema.
El trabajo se llevó a cabo en varios países de diferentes continentes.
Se estudiaron datos sobre hombres de familia de EE. UU., China, Gran Bretaña, Corea y otros países. Se ha estudiado el estilo de vida de más de 540 millones de personas.
Los resultados del trabajo fueron publicados por la publicación científica Nature Human Behavior. Se ha demostrado que los lazos familiares protegen contra el riesgo de depresión.
El análisis de los datos obtenidos permitió a los científicos concluir que los solteros se quejaban de síntomas de depresión con más frecuencia que las personas casadas.
También se pudo descubrir que la población de los países occidentales se enfrenta con más frecuencia a esta desagradable condición que los habitantes de las regiones orientales.
Resultó que los síntomas se desarrollaban con mayor frecuencia en hombres solteros que en mujeres solteras.
La educación también contribuye al desarrollo de la enfermedad. Cuanto mayor sea el nivel, mayor será la probabilidad de experimentar síntomas.
Beber alcohol y fumar también contribuyen al desarrollo de la depresión.
En resumen, podemos decir que los solteros que fuman y beben y tienen estudios superiores tienen todas las posibilidades de conseguir algún día una cita con un especialista con signos de depresión.