Las relaciones familiares son como un mecanismo frágil, donde cada detalle juega un papel importante. Cuando una pieza comienza a fallar, todo el mecanismo corre el riesgo de detenerse.
Observar atentamente los cambios en el comportamiento de su cónyuge le ayudará a detectar a tiempo señales de una crisis inminente.
Las conversaciones se vuelven cada vez más superficiales y raras.
El hombre evita hablar de futuro, planes familiares y proyectos conjuntos. La comunicación se reduce a resolver problemas cotidianos o se detiene por completo.
El cónyuge deja de compartir sus vivencias, problemas laborales y planes.
El deseo de pasar tiempo juntos desaparece, no hay interés por los acontecimientos de la vida de la pareja.
Aparecen gastos inexplicables, cuentas separadas o tarjetas. Un hombre puede empezar a ahorrar dinero o, por el contrario, gastar más de lo habitual en necesidades personales.
Un cambio brusco en la rutina diaria, la aparición de nuevas aficiones que no quiere compartir. Los retrasos frecuentes en el trabajo o los viajes de negocios repentinos pueden indicar preparación para el cambio.
La irritabilidad da paso a la indiferencia. Desaparece el deseo de ayudar en la casa y participar en los asuntos familiares. Las críticas hacia el cónyuge se vuelven más frecuentes y duras.
Mayor atención a la propia apariencia, cambio de estilo de ropa, nuevo peinado. La aparición de aficiones deportivas o dietas puede indicar el deseo de empezar una nueva vida.
Un hombre participa cada vez menos en eventos familiares y evita los fines de semana y días festivos conjuntos. La comunicación con los familiares del cónyuge se mantiene al mínimo.
Rechazo de planes conjuntos a largo plazo, por ejemplo, renovación o compra de bienes inmuebles. Renuencia a planificar vacaciones conjuntas o eventos familiares.
Falta de ganas de resolver conflictos, buscar compromisos.
Indiferencia ante las riñas o, por el contrario, provocar conflictos de la nada.
Ampliar tu círculo social sin incluir a tu cónyuge, hacer nuevos amigos.
La actividad en las redes sociales puede cambiar: aumenta o el perfil se vuelve más privado.