Todo el mundo tiene el estereotipo de las películas románticas de que los hombres siempre invitan a las chicas a citas decentes para impresionarlas.
Sin embargo, en realidad no todo es tan bonito.
A veces las niñas tienen que contentarse con paseos por la calle y “reuniones en casa”.
Si en la etapa inicial de la relación estuviste de acuerdo en que el hombre no te invitaba a ningún lado, fue un error. El aficionado se dio cuenta de que no necesita trabajar ni invertir para estar contigo.
Por tanto, no ve ningún sentido en empezar a impresionarte.
El mismo hombre con otra mujer puede ser un verdadero romántico que piensa en cada encuentro hasta el más mínimo detalle. Sin embargo, él no quiere hacer esto por ti.
Vale la pena considerar por qué su presencia en su vida no es de gran valor.
Si ya ha establecido una relación en la que un hombre obtiene todo lo que quiere, entonces no tiene motivación para cambiar nada. Además, esta es una posición extremadamente conveniente para el elegido.