Los idealistas creen que debemos entablar relaciones, y especialmente matrimonio, sólo con aquellas personas que nos convienen en todo.
Este es el enfoque correcto.
Sin embargo, tenemos muchos ejemplos de matrimonios de personas que claramente no son compatibles entre sí.
La convivencia es para muchos un medio banal de conseguir condiciones confortables. Los hombres obtienen un hogar ideal y las mujeres obtienen el estatus tan esperado de mujer casada.
A algunas personas les resulta más conveniente ahorrar juntos para un apartamento, un coche y otras compras importantes. Puede haber muchas opciones de conveniencia.
No es ningún secreto que algunas personas están dispuestas a hacer cualquier cosa para no trabajar y poder tener una vida digna. En este caso, buscarán deliberadamente un socio rico que esté preparado para tales condiciones.
En este caso, se pasarán por alto muchas deficiencias.
Muchas personas con baja autoestima están dispuestas a casarse con la primera persona que se lo ofrezca. Les parece que nadie más en la vida les prestará atención.
También sucede a menudo que la familia insiste en el matrimonio, especialmente cuando se trata de un embarazo no planificado.