Los psicólogos dicen que la educación es una tarea conjunta de un hombre y una mujer. Ambos padres deben participar en este proceso.
Sin embargo, algunos representantes del sexo más fuerte, por una razón u otra, tienen miedo de pasar tiempo con su bebé: quizás porque nunca antes habían tenido esa experiencia o no habían visto ejemplos positivos.
A continuación se ofrecen algunos consejos útiles para ayudar a los hombres a comprender su papel en la crianza de un niño y disfrutar de la comunicación con él.
Vale la pena “negociar” incluso en la etapa de planificación del embarazo: pregúntele a su pareja sobre su punto de vista sobre la contribución del padre a la crianza del hijo, sobre la distribución de responsabilidades y otras cosas importantes.
Cuéntale a tu cónyuge sobre la influencia del padre en el desarrollo del niño, solo hazlo con la precisión inherente a las mujeres y no presiones. De vez en cuando invítalo a leer algún artículo de un psicólogo o ver un vídeo interesante para que tenga una idea sobre la paternidad igualitaria.
Pídale al hombre que participe en la vida del bebé: cambie el pañal, bañe al bebé, camine con el cochecito, hable con él sobre los pequeños logros del bebé y pase más tiempo en familia.
Si está constantemente insatisfecha con las acciones de su esposo, no se sorprenda si después de un tiempo él se retrae y la responsabilidad de criar a su hijo o hija recae enteramente sobre sus hombros.
En las relaciones, utilice el método de anclaje positivo. ¿Cómo funciona? Por ejemplo, si su cónyuge pasó tiempo paseando con su hijo, prepare su cena favorita y, después de la reunión de padres y maestros, ofrézcase a relajarse mientras ve una película. No olvide decirle a su hombre que es un esposo y padre maravilloso; esto definitivamente no lo dejará indiferente.