Terminar una relación siempre es difícil.
Hasta hace poco, un ser querido estaba cerca, se hacían planes conjuntos, se pensaba en crear una familia fuerte, en niños...
Y de repente sucedió algo desagradable. Quizás una pelea. Es posible que uno de los socios se haya enterado de la infidelidad del otro.
O puede ser que los amantes simplemente se dieran cuenta de la incompatibilidad de sus personajes y se dieran cuenta de que no podían hacerse felices el uno al otro.
¿Cómo superar con normalidad todas las etapas de una ruptura? Por favor preste atención a las siguientes recomendaciones.
Reprimir las emociones después de una ruptura es peligroso.
¿Tuviste ganas de llorar? ¡Llorar! Preferiblemente solo.
Incluso puedes mostrar enfado y enfado, pero de alguna forma segura. Por ejemplo, tiene sentido utilizar un saco de boxeo.
Los intentos de reprimir los sentimientos conducirán al hecho de que a una persona le resultará mucho más difícil sobrevivir a una ruptura.
A pesar de tus fuertes emociones, trata de no tomar decisiones apresuradas.
No llames a tu expareja, no le supliques que regrese, no te vengues, no amenaces, no busques urgentemente un “reemplazo”.
Acciones así no conducirán a nada bueno.
Cuéntales tus experiencias a tus padres, hermanos, hermanas y amigos.
Las personas cercanas seguramente lo consolarán y brindarán apoyo moral.
Intenta distraerte de los pensamientos negativos. Practica deportes o busca algún otro pasatiempo.
¿Tienes algún hobby que olvidaste por problemas en tu vida personal? ¡Asegúrate de volver a esta actividad!
Sí, es muy difícil olvidarse de tu expareja. Pero trate de no percibir lo sucedido como una pérdida total de posibilidades de felicidad personal.
Comprenda: es posible que encuentre otro socio. Y es posible que con esta persona crees una familia verdaderamente feliz.