Las citas por correspondencia se han trasladado a Internet, algo que los usuarios de dispositivos modernos utilizan fácilmente.
Por un lado, es muy conveniente. Pero, por otro lado, es necesario comprender que existe el riesgo de que la relación nunca vaya más allá del mundo virtual.
Para comprender este problema y no perder el tiempo con romances en los chats, debes admitir algo ante ti mismo.
Las tecnologías modernas les permiten no solo llamarse y compartir fotos en las redes sociales. La simpatía mutua empuja a las personas a realizar videollamadas.
Pero si todo se reduce al hecho de que simplemente están intercambiando mensajes, entonces esa relación difícilmente puede considerarse prometedora.
Pero ni siquiera las videollamadas cancelan los planes para la primera reunión. Cuando se pospone durante semanas o incluso meses, ya no hay nada que esperar.
Además, no tiene sentido esperar nada si su nuevo conocido vive a cientos o incluso miles de kilómetros de usted.
Y las citas online tienen sus propias reglas. El estado se puede determinar no solo en una página en las redes sociales y en los comentarios activos.
Piensa si tu pareja está dispuesta a contarte sobre ti en su vida real. Si la conexión se mantiene en secreto, la conclusión se sugiere por sí sola.
Esto es lo último en lo que pensar. Puede mantener relaciones a distancia comentando fotografías y vídeos de viajes, planificando el futuro o hablando de familiares y amigos.
Pero cuando en el chat solo se habla del tema de la intimidad física, queda claro que nada bueno saldrá de esa relación.