Si una mujer o un hombre se conocen, pero nunca logran formar una familia, por mucho que lo deseen, la sociedad habla de la corona del celibato.
Pero esta opción no convence a los expertos. Saben lo que realmente obstaculiza el proceso de formar una familia.
Desde el punto de vista de la psiquiatría, la incapacidad de entablar relaciones y casarse no se debe a razones místicas, sino a los rasgos de carácter de la persona misma”, afirmó el psiquiatra y sexólogo Alexey Vilkov en una entrevista con Izvestia .
No es la corona del celibato, sino rasgos esquizoides pronunciados los que impiden a una persona formar una familia.
Esto puede ser aislamiento, insociabilidad, falta de voluntad para comunicarse con los demás.
Como resultado, una persona aleja a quienes la rodean y al mismo tiempo no acepta los intentos de entablar relaciones.
El obstáculo más grave en este caso es la presencia de rasgos histéricos.
Se trata de "infantilismo excesivo, exigencias demasiado altas para la pareja y los demás, así como intolerancia a los defectos de otras personas".
Además, estas personas buscan constantemente un ideal que no existe en la realidad.
Todas estas cualidades forman la actitud especial de esa persona hacia la búsqueda de pareja.
Al mismo tiempo, en su juventud, a muchos les importa poco la perspectiva de quedarse solos. Pero con la edad, el problema se recuerda con cada oportunidad perdida de formar una familia.