Siempre es más fácil reconocer una relación abusiva cuando no estás en una; así es como funciona el abuso.
Algunas personas pueden sufrir las acciones de sus parejas durante años sin abandonarlas. ADVICE.NEWS descubrió por qué sucede esto.
Aquí hay algunas razones por las que esto sucede con más frecuencia de lo que nos gustaría.
Las personas pueden temer que si se van, su pareja las lastimará a ellas o a alguien que les importa.
El miedo al daño físico o emocional puede dificultar la liberación.
Los abusadores a menudo aíslan a sus parejas de sus amigos y familiares, haciéndoles sentir que no tienen a nadie a quien acudir en busca de ayuda.
Sin apoyo, dejar a una pareja abusiva parece aún más difícil.
Algunas personas dependen de su pareja abusiva para obtener dinero.
Es posible que les preocupe cómo se mantendrán a sí mismos o a sus hijos si se van, especialmente si no tienen trabajo o independencia financiera.
Los abusadores a menudo manipulan a sus parejas para que se sientan culpables o avergonzados.
Las víctimas pueden culparse a sí mismas por el abuso o temer ser juzgadas por otros, lo que dificulta buscar ayuda o irse.
Muchas víctimas creen que su pareja cambiará o que el abuso es temporal.
La esperanza de que todo mejorará siempre está presente, especialmente si el agresor se disculpa o promete cambiar.
Las creencias culturales o religiosas pueden desempeñar un papel importante.
Algunas personas temen ser juzgadas por su comunidad o por sus líderes religiosos si abandonan un matrimonio o una relación.
Los abusadores suelen socavar la autoestima de su pareja.
Las víctimas pueden creer que no merecen algo mejor o preocuparse por no encontrar el amor en otro lugar, lo que aumenta el sentimiento de impotencia.
El acceso limitado a recursos, como refugios o asistencia legal, puede hacer que “escapar” sea más difícil.
Sin un lugar seguro al que acudir ni asesoramiento legal, las personas pueden sentirse atrapadas.
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