La declaración pública de sentimientos casi siempre se considera una manifestación de mal gusto.
Esta idea sólo queda bien en la pantalla de un televisor.
Cuando invitas a un chico o una chica a entablar una relación contigo, debes crear las condiciones en las que la pareja se sienta lo más cómoda posible.
Una de estas condiciones que brinda consuelo es la oportunidad de tomar un descanso para pensar.
Le quitas esta oportunidad a una persona si decides dar explicaciones en público, porque si te niegas, tu amante parecerá cruel, mientras que a él le gustaría preservar su imagen.
De esta manera, fortaleces tus argumentos al oprimir las opiniones de los demás, pero podrías haberlo hecho con tus propias acciones decididas o con tus propias cualidades (por ejemplo).
La conclusión es simple: la propuesta de llevar la relación a un nuevo nivel debe llegar cuando estés a solas con el objeto de tu deseo.
Deje en claro que no espera una respuesta en ese mismo momento; déle tiempo a la persona para pensar y no la presione.
Anteriormente explicamos por qué surgen desacuerdos en las familias.