No todo el mundo puede sacar la conclusión correcta sobre una persona después de una reunión de cinco minutos. Pero de esta manera puedes tener una cita indefinidamente, entendiendo la psicología de otra persona.
Al final resulta que se perdió el tiempo o, peor aún, se cometió un error difícil o imposible de corregir.
Los expertos nos dijeron en qué casos no es necesario tener una segunda cita y es mejor no ceder a la persuasión.
En primer lugar, si empiezas a buscar cualidades positivas o rasgos atractivos en tu nuevo conocido.
No es del todo correcto convencerse de ir a una reunión con una persona a la que realmente no quiere ver.
En segundo lugar, si en el primer encuentro la conversación no fue bien o la pareja solo hablaba de sí mismo, mintió o criticó, alardeó, habló negativamente de familiares o ex, etc.
En tercer lugar, si después de una velada tan “romántica” no te acompañaban al menos a una parada de transporte público, nadie te llamaba o siempre parecía que tu pareja intentaba escabullirse.
Lo mejor que puedes hacer es sopesar todo cuidadosamente después de la primera reunión. No debes esperar que todo sea como lo soñaste en la segunda cita.
Anteriormente te contamos cómo terminar una relación sin conflictos.