El deseo de una mujer de casarse a veces puede alcanzar proporciones increíbles y convertirse en manía.
Las raíces de tal comportamiento a menudo deben buscarse en la infancia: a menudo a las niñas se les enseña que la felicidad y el éxito no pueden imaginarse sin el bienestar familiar y el matrimonio.
Sólo recuerde cómo terminan la mayoría de los cuentos de hadas para niños: se casaron y vivieron felices para siempre.
Además, la propia sociedad impone estereotipos, considerando a una mujer casada como normal, pero a una soltera como algo diferente.
Finalmente, una mujer puede no comprender sus propias necesidades y por tanto no satisfacerlas.
En este caso, la pareja no es vista simplemente como una compañera de vida, sino como alguien que cuidará de la mujer y la cuidará, llenando así el vacío que existe en la vida.
En primer lugar, un deseo demasiado fuerte de entablar oficialmente una relación asusta a muchos hombres.
En segundo lugar, en la prisa por decorar una de las páginas del pasaporte con un sello de matrimonio, una mujer corre el riesgo de vincular su vida a una pareja inadecuada.
El resultado es una relación dolorosa y tóxica. ¿Lo necesitas?
Para deshacerse de los pensamientos siempre inquietantes sobre un vestido blanco y un velo, debe hacerse la pregunta: "¿Por qué quieres casarte?" y responde honestamente.
Además, debes hacer todo lo posible para aprender a vivir en armonía contigo mismo, disfrutar de la vida y sentirte feliz, sin importar si estás sola o hay un hombre cerca.
Finalmente, deja de idealizar el matrimonio: estar casado no garantiza que serás feliz.
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