Antes de comenzar a identificar las diferencias entre las relaciones poliamorosas y la infidelidad banal, primero vale la pena explicar qué clase de bestia es esta: el poliamor.
Mucha gente confunde este tipo de relaciones con promiscuidad, pero en realidad no es así.
Sin duda existen muchas interpretaciones de este término. En pocas palabras, el poliamor es estar interesado o tener una relación íntima (emocional y/o sexual) con más de una persona, siempre que sea con consentimiento, abierta e informada.
A diferencia de las trampas, que suelen sorprender a la otra parte, en las relaciones poliamorosas las personas las entablan conscientemente.
En este caso, nadie tiene por qué violar los acuerdos establecidos, mentir o esconderse.
El respeto y la apertura entre los participantes son componentes importantes de una relación poliamorosa saludable.
Sin embargo, incluso en tales relaciones, los socios pueden establecer algunos límites y llegar a ciertos acuerdos. Si un participante en una relación poliamorosa la rompe, este acto causará el mismo daño a la “unión” que hacer trampa en una relación monógama.
Anteriormente BelNovosti enumeró 3 acciones del marido por las cuales la esposa querría divorciarse.