No siempre ocurre que una persona que se encuentra en una relación de este tipo comprenda quién es su pareja.
En este caso, las mujeres suelen convertirse en víctimas, pero hay casos en que los hombres también sufren por tal unión.
Por lo tanto, es importante comprender a tiempo que se encuentra en una situación poco saludable.
Por ejemplo, cuando tu pareja señala tus defectos con demasiada frecuencia, debes pensar en ello.
Además, al abusador le gusta controlar a su pareja y puede provocar un escándalo por una llamada perdida.
También pueden aislarte incluso ligeramente de tus amigos y familiares, convenciéndote de que no son una buena compañía.
En las relaciones tóxicas existe espíritu de competencia, los éxitos y logros pueden ser menospreciados. Naturalmente, el respeto está fuera de discusión.
Vale la pena señalar que esto también incluye el hecho de que una persona se olvida constantemente de fechas importantes, acuerdos, llega tarde, pero al mismo tiempo se ofende de manera demostrativa ante reclamos o durante una disputa. En algunos casos, es posible la manipulación y las amenazas.
Además, en una relación poco saludable, la pareja permite “cambios emocionales” cuando alterna la indiferencia con la calidez y el cuidado.
Vale la pena reconsiderar su unión si se le presentan exigencias excesivas, así como cuando se ponen en duda sus sentimientos y deseos.
Puedes reconocer el abuso por otros signos. Por ejemplo, cuando cualquier intento de defender la propia libertad, posición u opinión provoca agresión o resentimiento en la pareja.
Si está constantemente vacío o infeliz, entonces esta es una señal clara de que es hora de terminar esa relación.
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