Una relación poco saludable entre marido y mujer puede presentarse de muchas formas y puede ser difícil de definir.
Sin embargo, existen algunas señales que pueden indicarlos.
Si uno de los cónyuges controla constantemente las acciones, movimientos y contactos sociales del otro, esto puede ser un signo de una relación poco saludable. La parte controladora podrá limitar la libertad del otro cónyuge.
La violencia doméstica es una señal muy grave de una relación disfuncional. El abuso físico puede incluir golpes, patadas, bofetadas, asfixia y otras formas de agresión.
El abuso emocional incluye insultos, humillaciones, amenazas, negligencia y otras formas de manipulación y control. Esto puede provocar problemas psicológicos y provocar graves daños a la salud del otro cónyuge.
Una relación en la que una de las partes controla todas las finanzas y limita el acceso de la otra a ellas puede ser poco saludable. Esta presión puede ser una forma de control y manipulación.
Si un cónyuge aísla al otro de sus padres, amigos y de las redes sociales, puede ser una señal de una relación poco saludable. El aislamiento puede ser una forma de controlar y manipular al otro cónyuge.
Si uno de los cónyuges sospecha constantemente que el otro le está engañando o no cree en lo que dice, esto puede crear tensión y conflicto en la relación.
Si los cónyuges no pueden discutir abierta y honestamente sus problemas y dificultades, pueden acumularse resentimiento y frustración.
Una relación en la que una de las partes se siente más importante o correcta y la otra parte se siente menos importante puede ser poco saludable. La igualdad y el respeto por los sentimientos y necesidades del otro cónyuge son importantes para una relación sana.
Si la relación entre cónyuges se caracteriza por conflictos frecuentes y graves, esto puede ser un signo de una relación poco saludable. Los conflictos constantes pueden causar graves daños a la unión matrimonial y a la salud de los cónyuges.
Si uno de los cónyuges no respeta al otro, sus opiniones, sentimientos y necesidades, esto puede provocar distanciamiento en la pareja y una relación enfermiza.