Cuando era niño, sus padres podrían decirle a una persona que necesita estudiar con diligencia, leer libros y no ir a discotecas. Quienes se dedican únicamente al estudio, quienes lo ponen en primer plano, podrían servirle de ejemplo.
Al escuchar todo esto, la persona lo absorbió y se esforzó por convertirse en el mejor. Podría tener sueños de que crecería y haría lo que quisiera.
Pero la realidad a menudo resulta ser tal que poco a poco el individuo comienza a obligarse a hacer todo a la perfección y no se permite cometer errores. Esta condición sugiere que ha desarrollado el síndrome del estudiante excelente.
Esto complica enormemente la vida y no te permite sentirte cómodo y tranquilo. Debe luchar contra el síndrome mencionado para no arrinconarse, para no privarse por completo de las alegrías. Algunos trucos ayudarán con esto.
Y debemos recordar esto. Una persona no debe ser la primera en todo, asumir más que los demás. Nadie apreciará sus esfuerzos, pero seguramente se agotará.
Es necesario determinar qué es prioritario, seleccionar una o más áreas de desarrollo y trabajar en ellas. Así podrás evitar dedicar toda tu energía a algo que no juega ningún papel, sino salvarlo.
El miedo a cometer errores es signo del síndrome del estudiante excelente. Necesitas trabajar con él por separado, intenta eliminarlo. Tendrás que empezar por dejar de avergonzarte para poder abandonar este hábito por completo.
Es mejor apoyarse, animarse, recalcar cuánto bien se ha hecho, qué cosas se han hecho bien.
Y no tengas miedo de hacerlo. Esto no es un indicador de debilidad y no se considera algo vergonzoso. Una persona que pide consejo, que intenta encontrar ayuda, tiene mucho más control sobre su vida que otra que no lo hace.
Es importante adquirir el hábito descrito y utilizarlo para no arrinconarse por completo.
El síndrome del estudiante excelente hay que combatirlo, hay que trabajarlo. Esto le permitirá cambiar su vida para mejor, así como deshacerse de las exigencias de sus hijos, por lo que en el futuro no tendrán que buscar formas de deshacerse del síndrome del estudiante excelente.