Las relaciones con personas tóxicas deben terminar. Esta regla funciona y funciona mejor.
La única pregunta es que esta oportunidad no siempre está disponible. A veces hay que lidiar con un manipulador, lo cual no es agradable, lo que conlleva muchas consecuencias. Pero esto se puede evitar y, si es necesario, se puede continuar con la interacción.
Este último sólo necesita ser construido de cierta manera para que sea seguro. Y para ello necesitas conocer algunos secretos.
Todo el mundo tiene derecho a establecer límites personales, a negarse, a establecer prioridades, a tener sus propios deseos. No debes permitir que nadie invada tu espacio personal.
Es necesario designarlo, pero al mismo tiempo ser inquebrantable. Será difícil para un manipulador resistir tal fuerza.
El manipulador actúa para provocar emociones, para hacer enojar a alguien. Deliberadamente dice y hace cosas que no agradarán al interlocutor.
En este caso, no es necesario que se deje engañar y deje que algo pase por sus oídos. Esto evitará darle placer a tu oponente tóxico y obligarlo a cambiar de tema.
No debes dejarte engañar ni apresurarte a tomar una decisión si hay presión. Vale la pena hacer preguntas al manipulador, intentar prolongar la conversación y conocer todos los detalles durante la misma.
No esperará tal comportamiento; se verá obligado a cambiar de táctica o a negarse por completo a conseguir lo que quiere. La segunda opción será la más probable.
Una negativa clara definitivamente inquietará al manipulador. No esperará perseverancia y se sorprenderá de que sus trucos no funcionen. De esta manera el individuo se protegerá, se dará la oportunidad de no asumir obligaciones innecesarias, de no ser responsable de lo que no debe.
Si la negativa no ayuda, es necesario formular claramente su posición y argumentar “no”. Esto seguramente funcionará.
Estas técnicas siempre deben utilizarse al comunicarse con un manipulador. Esto le dará la oportunidad de protegerse y no sucumbir a influencias no deseadas.