El pensamiento creativo es necesario para todo adulto. Con el paso de los años, se vuelve cada vez más difícil desarrollarlo, porque aparecen estereotipos y algún tipo de prejuicios.
Es necesario aprender a empezar a pensar de una forma especial desde la infancia, en lo que mamá y papá pueden ayudar. Vale la pena mencionar de inmediato que no es necesario apuntar a objetivos a gran escala. Esto sólo puede cansar al niño, matar su motivación y su entusiasmo por aprender.
Lo mejor es comenzar con el desarrollo de la fantasía y la imaginación. Algunos consejos sencillos pueden ayudar con esto.
Deberías elegir obras de arte. Pero esto no debe hacerse de tal manera que la historia comience y termine. Debe leer hasta la mitad y luego invitar a su hijo a descubrir qué podría pasar a continuación.
Puedes inventar tus propios cuentos de hadas y escribir sus comienzos. Luego el niño puede continuar y crear su propia historia.
La forma más sencilla de hacerlo es al aire libre mientras camina. Se le puede pedir al niño que mire al tío que está parado en la parada del autobús, a la tía que cruza la calle y que piense en qué tipo de vida viven.
Si no es posible salir a la calle debido al clima, puede mirar fotografías, imágenes e inventar historias sobre las personas que aparecen en ellas.
Puedes jugar en la tienda, en el banco, en la biblioteca. El niño puede ser empleado del establecimiento o puede ser cliente del mismo.
Es importante crear diferentes situaciones comunicativas y permitir que el niño se exprese en ellas. De esta manera se volverá ingenioso y rápidamente encontrará respuestas a varias preguntas.
Esto se puede hacer de diferentes maneras. Podrás visitar exposiciones y representaciones con tu hijo, podrás admirar hermosos paisajes y fotografías. No debería detenerse ahí.
Necesitas seguir adelante, crear algo tú mismo. Puede dibujar con su hijo, esculpir y hacer manualidades con diversos materiales. En el proceso, activará su imaginación, fantaseará y mejorará esta habilidad.
Estas técnicas producirán resultados que serán perceptibles. Los padres sólo necesitan recurrir sistemáticamente a su uso y ponerlos en práctica periódicamente.