Los hábitos determinan mucho. Es muy importante que sean correctos para que sean beneficiosos.
Todo el mundo debería adquirirlos en la infancia, algo que las mamás y los papás entienden. Se dedican a criar al bebé, inculcándole aquellas características que, como ellos mismos creen, debería tener. Esto debería funcionar, debería dar resultados positivos. Pero en realidad sucede que esto no se logra.
Se trata del enfoque de su formación. Los padres pueden cometer errores a la hora de inculcar hábitos a sus hijos. Se debe examinar el más común de ellos.
El niño debe estar motivado para hacer algo con el fin de implementar lo que se le exige. Los padres no deben simplemente decirle que debe actuar de cierta manera, que debe comportarse como le recomiendan en una situación particular.
Es importante decirle a tu hijo qué le aportará tener un hábito concreto, qué beneficios le aportará ahora y en el futuro. En este caso, estará más dispuesto a trabajar en sí mismo.
Si hablamos de un niño pequeño, entonces es mejor inculcarle hábitos jugando con él. La forma más sencilla es anotar cuántas veces en una semana o en un mes hizo todo lo que se le pedía.
Anímelo si nunca ha violado los requisitos o reglas. Si los padres solo hablan de la necesidad de hacer algo, el bebé rápidamente comenzará a aburrirse y puede resistirse.
A un niño no se le puede enseñar nada a menos que muestre con el ejemplo lo que debe hacer. Sólo las palabras no tendrán ningún efecto en él.
Los padres deben seguir sus propias reglas, vivir según ellas y desarrollar ciertos hábitos. Sólo en este caso el niño seguirá su ejemplo y repetirá después de ellos.
Los padres pueden temer que las recompensas sólo echen a perder a sus hijos. Por supuesto, si premias a tu hijo por cada acción y siempre, esto puede suceder.
Pero si utiliza las recompensas sólo en aquellas etapas en las que el hábito recién se está formando, entonces será beneficioso y no perjudicial. Si se prometió una recompensa, entonces vale la pena darla para que el niño no tenga expectativas defraudadas, para que no se decepcione y abandone el esfuerzo.
Mamá y papá deberían evitar este tipo de errores. En este caso, podrán enseñarle al niño todo lo que necesita, para formar en él hábitos correctos y útiles.