Incluso aquellos que no hablan de ello, que ni siquiera hablan en voz alta de la necesidad de fijarse metas y alcanzarlas, quieren estar en la cima del éxito. Una persona puede simplemente estar activa, actuar y luego sorprender a todos.
Alguien puede permanecer pasivo, estancado en un lugar y no expresarse de ninguna manera. Es de destacar que en esta situación el individuo suele hablar de qué y por qué está sucediendo en su vida.
Pronuncia determinadas frases y se justifica con ellas. Hay varios ejemplos de estos.
Siempre se puede resaltar. Se trata de cómo se establecen las prioridades. Una persona puede concentrarse en la rutina o atascarse en ella. En este caso, no verá nada global de lo que sucede a su alrededor.
No se fijará metas, no dará pasos decisivos. También puede dedicar sus minutos libres a ver películas, series de televisión y juegos. Esto le parecerá una prioridad.
Esto muchas veces sale de labios de quienes no inician su propio negocio. Una persona puede alegar falta de dinero, pero no hacer nada para ganarlo con el fin de ahorrar y convertirse en capital inicial.
También existe la posibilidad de encontrar un socio inversor y aprovechar su ayuda. Pero el individuo tampoco hará esto.
La experiencia sólo llega si actúas. Para empezar necesitas estudiar, adquirir conocimientos básicos. En este caso, habrá más oportunidades para hacer algo apropiado que conduzca al éxito a largo plazo.
Pero es posible que el individuo no haga nada de esto, que ni siquiera intente dar los primeros pasos.
Nada es imposible. Algunas cosas toman menos tiempo, otras necesitan esperar más.
Pero siempre se pueden obtener resultados si piensas en una estrategia de comportamiento, si la sigues, si permaneces fiel a ella.
Todas estas frases son sólo excusas. Las dice alguien que no quiere estar activo, declarándose así mismo y de lo que es capaz.