Se habla constantemente de la importancia de la disciplina. En realidad, es útil porque le permite permanecer dentro de los límites, no ir más allá de ellos y, por lo tanto, resolver todas las tareas que se le presenten de manera oportuna.
Desde la infancia, la gente ha oído que es necesario organizarse y obligarse a vivir según un horario. En este caso, es más probable que tengan éxito. Alguien no está de acuerdo con una teoría tan obvia y sostiene que no todo es tan simple.
Incluso se dan varios argumentos a favor de la falta de disciplina. Conviene enumerar los principales y más populares.
Para hacer esto, necesitas inspiración. Esto no viene por orden y no puede darse a conocer en un momento específico del día. Esto significa que planificar el mismo canto o dibujo, escribir poesía o actividades similares no tiene ningún sentido.
En el momento adecuado, puede que simplemente no haya ningún deseo de crear algo; puede que no se le ocurra ni un solo pensamiento que valga la pena. Como resultado, se perderá tiempo y no se obtendrá el resultado esperado del trabajo.
Cuando hay disciplina, siempre hay lugar para una rutina diaria, un horario claro y un marco de tiempo. Una persona necesita permanecer en este último, debe cumplir con los plazos, recordarlos constantemente, no salirse de la fila y no ser perezoso.
En esta situación, no se escuchará a sí mismo, no sentirá las señales del cuerpo. Como resultado, se encontrará en un estado de estrés que puede no beneficiar a nadie y que puede paralizarlo gravemente.
La singularidad de una persona se manifiesta en todo. Puede que tenga sus propias preferencias, puede que tenga algunos hábitos que lo hacen especial. Si es disciplinado, en cualquier caso se romperá en algunos momentos, renunciará a una parte de sí mismo.
A pesar de todo esto, no podrá seguir siendo la persona que era. Cambiará, perderá parte de sí mismo, porque se adaptará a las reglas generales, intentará encajar en algunos parámetros.
Vale la pena recordar estas razones. Son convincentes y hablan a favor del hecho de que hay que tener más cuidado con la disciplina. No debería eliminarse por completo de la vida, pero tampoco debería convertirse en una secta.