La intuición es lo que ayuda a una persona a tomar las decisiones correctas cuando no es posible elegir algo basándose únicamente en hechos o algunos argumentos. La intuición en sí se considera algo innato: todo el mundo la tiene, solo que en algunas personas está bien desarrollada y en otras, poco desarrollada.
Aunque la intuición se considera innata, se puede y se debe trabajar con ella.
Este proceso es controlable; ocurre debido a la adquisición de ciertos hábitos que afectan el nivel de desarrollo de la intuición.
No se requiere la vida de un recluso. Solo necesitas reservarte una cierta cantidad de tiempo para olvidarte del ajetreo cotidiano, de algunas emociones fuertes, porque son las que te impiden escuchar las indicaciones de tu intuición.
Cuando estás solo, es importante escucharte a ti mismo, ponerte en el lugar de otra persona y determinar cómo podría sentirse en una situación determinada. Esto dará lugar a la capacidad de empatizar, que va de la mano de la intuición.
En el proceso de la actividad cotidiana, una persona se esfuerza por ser racional, por guiarse por la lógica al tomar cualquier decisión. Todo esto es un obstáculo para que la intuición se encienda y empiece a funcionar mejor. Las actividades creativas obligan al cerebro a abandonar la lógica, empezar a escucharse a sí mismo y a encarnar sus fantasías e ideas sobre algo.
Estas clases te ayudarán a conocerte mejor a ti mismo y a empezar a comprender lo que dice tu voz interior. La intuición en este caso se desarrollará a un ritmo bastante rápido.
La intuición por sí sola no existirá. Se basa en determinadas experiencias de la vida, en la capacidad de notar pequeños detalles que darán pistas al subconsciente sobre qué suposiciones y pensamientos son correctos. Puedes empezar a escribir en un cuaderno algunos acontecimientos menores que tienden a olvidarse y luego escribir sobre lo que les siguió.
Así será mucho más fácil establecer algunas conexiones, a veces sorprendentes, encontrar coincidencias que no se pueden explicar lógicamente pero que existen.
Cualquier emoción fuerte quita energía y esto es un obstáculo para el desarrollo de la intuición. En primer lugar, esto se aplica a las emociones negativas, por ejemplo, la ira, la ira.
Cuando surgen tales sentimientos, la persona se pone tensa y no puede escucharse a sí misma. Por lo tanto, es necesario aprender a desconectarse de la negatividad, perdonarse a sí mismo y a otras personas para que las emociones negativas desaparezcan rápidamente. Esto le permitirá relajarse y escucharse a sí mismo.
Cada persona piensa constantemente en algo, se dice algo mentalmente. Tales acciones son sólo una distracción que impide escuchar las sensaciones y hace que la persona se preocupe.
Para detener ese diálogo, puedes dominar la meditación y, con su ayuda, comenzar a controlar tus pensamientos. Esto será muy útil para adquirir una intuición bien desarrollada.
Hay muchas situaciones en las que la intuición resulta útil. Por ello, es imperativo trabajar en su desarrollo. Este proceso será largo, a veces difícil, pero si hace todo dentro del sistema y no retrocede, pronto aparecerá un buen resultado.